Naturaleza como laboratorio pedagógico aplicable en el SEIB


¿Cómo esperamos que surjan nuevos Newtons si los niños jamás ven manzanas cayéndose de los árboles?” (Francesco Tonucci).

De aproximadamente 1.642 centros educativos que se encuentran en el Sistema de Educación Intercultural Bilingüe, el 80% están ubicados en las comunidades indígenas y el 20% en las urbes o sus cercanías. Esta distribución geográfica permite que los estudiantes de las nacionalidades y pueblos indígenas tengan mayores posibilidades de contacto directo con la naturaleza, y el docente cuente con todo un laboratorio natural disponible para el aprendizaje, al cual no todos los centros educativos del país tienen acceso.

Los materiales didácticos elaborados y producidos, ya sean estos textuales, audiovisuales, lúdicos o digitales, cumplen un papel muy importante en el proceso de aprendizaje, por lo que es necesario seguirlo utilizando, especialmente en la actualidad que han evolucionado con las nuevas tecnologías. Sin embargo, no son los únicos; para los centros educativos que se encuentran cercanas a un ambiente natural, hay otras posibilidades; la naturaleza ofrece un entorno enormemente diverso y muy rico, con una mezcla de colores, texturas y de situaciones que estimulan mejor los sentidos, despiertan la curiosidad, la creatividad y esa capacidad de sorpresa en los niños y niñas.

El Modelo del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe MOSEIB, oficializado y vigente desde el año 1993, en su propuesta metodológica plantea un aprendizaje vinculado y permanente con la naturaleza y la comunidad. Los espacios y recursos didácticos utilizados para el aprendizaje son los seres, los elementos, las circunstancias y los materiales de la propia naturaleza, que permiten a los estudiantes un aprendizaje más dinámico, activo e interactivo.

Así, para un docente intercultural bilingüe el material didáctico se compone de cada elemento natural: un pedazo de madera, una rama, las hojas, la tierra, el agua, las piedras, las plantas y otros que la misma naturaleza ofrece. Se complementa con la casa, la chacra, la comunidad, ríos, bosques, cascadas, montañas, senderos ecológicos, ceremonias, ritos, fiestas, los ciclos vitales, ciclos astrales, ciclos agroecológicos y otros que constituyen en espacios y contextos de aprendizaje.

En los centros educativos interculturales bilingües, la naturaleza es el aula, donde la dinámica natural es la principal fuente de conocimientos. Es un espacio de estimulación sensorial para todas las edades, que promueve el desarrollo emocional, espiritual, perceptivo y cognitivo. Además es un espacio de aprendizaje para desarrollar sensibilidades y conciencias en cuanto al medio natural.

Similares a este modelo educativo se ha consolidado con mucho éxito en países europeos como Alemania (con 1.000 escuelas al aire libre), Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, España, República Checa y otros que han implementado las denominadas bosque escuelas, donde el principal recurso educativo es la naturaleza.

En un estudio realizado en la Universidad de Heidelberg (Alemania) se analizaron algunas competencias de niños de Educación Primaria comparando los resultados de quienes habían acudido a una escuela infantil ordinaria con los que habían asistido a una escuela al aire libre tipo bosque-escuela. Se comprobó que estos últimos seguían mejor la clase, prestaban más atención, eran más autónomos, resolvían conflictos de forma más pacífica, eran más creativos y argumentaban mejor sus opiniones (Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, 2016).

A pesar del potencial pedagógico que la naturaleza ofrece, mínimos son los centros educativos en el país que han optado por incorporar a la naturaleza como recurso pedagógico.

En el caso del SEIB, este no esta siendo bien aprovechado en todos los centros educativos interculturales bilingües, tal como determina el MOSEIB. Esto puede deberse a varias razones: la falta de experiencia y capacitación del docente para una adecuada aplicación, las políticas educativas y los instrumentos técnicos y pedagógicos estandarizados para los pueblos indígenas no favorecen la aplicación en territorio, y un sector del profesorado no comprometido con el Sistema de Educación Intercultural Bilingüe, hacen mínimos esfuerzos por innovar, se conforman con seguir utilizando recursos didácticos y metodologías tradicionales.

Este y otros temas deberán ser analizados y replanteados por la actual Secretaría del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe, donde la formación y actualización docente centrado en temas pedagógicos, metodológicos y didácticos deben constituirse en prioridad para desarrollar una educación vivencial y comunitaria, donde la naturaleza y su dinámica deben constituirse en medios que faciliten el aprendizaje de los estudiantes y la aplicación del modelo educativo intercultural bilingüe.

¿Qué se entiende por atención a la diversidad en el aula?


A la hora de una labor educativa, un docente a diario se enfrentan con una gran diversidad de niños y niñas con circunstancias personales, familiares, económicas y culturales, en fin con una gran heterogeneidad que requieren ser atendidos y adaptados en la práctica docente.

Si estas son realidades educativas que son parte de un proceso educativo, hay que estar conscientes de que el aula está caracterizada por una diversidad de alumnos con desarrollos cognitivos diferentes y distintitos tipos de necesidades educativas, entendida a este último como las dificultades de carácter físico, psicológico, afectivos, socio familiares y otros casos de inadaptación cultural y lingüística.

No todos los estudiantes aprenden o interiorizan de la misma manera y al mismo ritmo. Cada estudiante asimila, acomoda y construye el conocimiento en función de su situación y de cómo se organizan y estructuran sus procesos cognitivos. Estos son aspectos que el docente debe tener en cuenta a la hora de diseñar una propuesta de aula para la atención a la diversidad.

Entonces, podríamos decir qué la atención a la diversidad en el aula, radica en identificar las necesidades educativas de cada alumno, adecuar la enseñanza a ellas y conseguir que el trabajo en el aula llegue a todos y cada uno, personalizando el aprendizaje, realizando adaptaciones curriculares, conjugando diversas metodologías, recursos y procedimientos; de modo que cada estudiante pueda alcanzar su máximo desarrollo de su potencial individual.

El estado cumple un papel fundamental en este proceso, pues tiene que crear todas las condiciones y posibilidades curriculares, pedagógicas, de infraestructura, formación docente, tecnología y recursos educativos, siempre con el criterio de igualdad de oportunidades, que no implica ser equitativo en el reparto los recursos y apoyos educativos, sino ofrecer a cada estudiante aquellos recursos y apoyos que necesite.

En este tema varios autores también han propuesto estrategias didácticas y estilos de aprendizajes que buscan apoyar la atención a la diversidad y aprovechar el potencial de todos los individuos. Howard Gardner en su teoría de las inteligencias múltiples, determina que las inteligencias se pueden activar o impedir según las oportunidades que se le ofrecen o se le dejan de ofrecer a un sujeto. Estas oportunidades dependen del ambiente, la educación y la cultura.

De aquí la importancia de la escuela, la familia y la sociedad en general para que todos los individuos tengan las mismas oportunidades y puedan desarrollar al máximo sus capacidades intelectuales.

Internet: riesgos y oportunidades para la educación


Utilizar o no las tecnologías de la información y comunicación en la actualidad ya no es una elección. Pues estas se han constituido en parte de la vida diaria de cada individuo; y en el caso que decida desentenderse de ellas, eso también será una decisión que desbordará otras consecuencias. Los docentes de hoy deben preparar a sus estudiantes en este nuevo contexto tecnológico, donde sí será necesario una elección que tiene que ver con el cómo, quién y con qué fines se los usa.

La discusión y el debate sobre las tecnologías parte de la refutación a la habitual denominación de “tecnologías de la información”. Se sostiene que, si se habla de información, esta debe ser objetiva, segura y verdadera. Pero, si nos ubicamos en la red esta conceptualización no se cumple, por cuanto hay una gran cantidad de información parcializada, sesgada o falsa, así como la existencia de datos que han sido fabricados o alterados con varias finalidades.

En este tema es necesario guardar prudencia, por cuanto no toda información que está en la red es falsa o inútil. Hay una gran cantidad de información científica, técnica, académica muy importante y válida.

Por otro lado, varios autores sostienen que las nuevas tecnologías (los ordenadores, las páginas de la web, la Internet) no pueden comprenderse simplemente como tecnologías de la información, son además tecnologías de la comunicación, y que va mas allá de un simple intercambio de información. Según el filósofo Ludwig Wingenstein, hay muchos “juegos de lenguaje”, cada uno con sus propias reglas o finalidades: el de la broma, el arrepentimiento, la plegaria, la mentira, el canto, la pregunta, la protesta, el alegato, etc. Aunque actualmente la definición de tecnología suele completarse con la palabra comunicación, esta no se ve reflejado en su comprensión y utilización didáctica.

El debate también gira en torno a que las tecnologías no solo son meras herramientas, sino que van mucho a mas allá. Constituyen un espacio donde se producen interacciones humanas, el debate público, se comparten ideas, construyen nuevos conceptos e interpretaciones y se diseñan nuevos productos. En el campo educativo, abre nuevas posibilidades de colaboración, alfabetización digital, mediática, ética-cívica, etc.

En este contexto, aparece la tecnofilia, como una posición ingenua que considera a la tecnología como la salvación de la educación contemporánea. Esta postura es generalmente influenciada por la moda y apoyada por grandes intereses económicos que quieren introducir la tecnología a como de lugar en los centros educativos, por los grandes beneficios que esta representa.

En contraposición a esta postura se sitúa la tecnofobia, como un rechazo a la tecnología, considera que este no aporta mayormente a la educación. Los que están a favor de esta posición manifiestan que la gran cantidad y el aumento de información en la red pueden cuestionar la figura del profesor. Además, se sienten incapaces ante el ritmo acelerado de la tecnología, por lo que prefieren continuar con una posición mas tradicional.

Ante estas dos posturas sobre la tecnología, aparece una tercera, la posición crítica, como una posición razonada y reflexiva que acepta que la tecnología permite crear nuevos objetivos, produce un dialogo entre los medios y fines, es bidireccional y lo más importante acepta las incertidumbres y permite ser conscientes y responsables ante los riesgos y oportunidades que ofrece.